Los mejores discos 2023

Escuchar música es de mis actividades favoritas. Hace muchos años me puse unos audífonos y desde entonces apenas me los he quitado para realizar las actividades más indispensables que me permiten seguir viviendo. No me considero conocedor ni nada, me gusta lo que me gusta y punto. Más a estas alturas de la vida, donde, a diferencia de mi yo más joven y más pretencioso, busco a la música pop como un sediento busca una caguama. Me gusta porque es música fácil, divertida, directa y hoy en día creo que es de mucha mejor calidad que en mis años de adolescencia. Siempre trato de tener un amplio espectro musical, pero este año es más evidente que ningún otro que el pop y sus variantes son lo que más escucho en la actualidad. Las presiones de la vida son demasiadas como para no dejarse llevar por este género y el reflejo está en mis 10 discos favoritos de 2023.

Al final encontrarán una playlist con mis canciones favoritas del año.

10.- Rebecca Black – “Let Her Burn”

Hay varios discos en esta lista que si se los mencionaran al Carlos del pasado se hubiera reído con sus aires de intelectual demasiado mamón para aceptar a alguien como Rebecca Black en un top 10 del año. Pero hoy no puedo negar que la intérprete del éxito viral “Friday” parece haber crecido de la mejor manera, sin quitar el dedo del renglón a pesar de la mala reputación que recibió por esa canción. El resultado es un álbum honesto, bien producido y magnético, lleno de una energía muy pura y de una ingenuidad que se vuelve un arma potente gracias al cuidado que se le puso a cada tema.

9.- Genesis Owusu – “Struggler”

El australiano Genesis Owusu debutó con fuerza con “Smiling With No Teeth” (2021), un disco que ya dejaba ver la promesa de un músico muy interesante. Su segunda producción potencia su mezcla de raíces africanas y post-punk con una narrativa general, que enfrenta a dos figuras antagónica a lo largo de sus 11 temas: Dios y la cucaracha. Una fuerza opresiva y casi invencible, contra un ser diminuto pero resiliente, quien a lo largo de su variedad de ritmos cuestiona y se defiende, pero, por alguna razón, nunca deja de bailar. Hay una amalgama de reggae, hip-hop, funk, hay mucha fiesta y mucho mensaje.

8.- Caroline Polachek – “Desire, I Want to Turn Into You”

Tengo que confesar que dudé en incluir este disco en la lista, pero también debo admitir que me ganó conforme lo escuhaba. Este es quizá uno de los mejores ejemplos de cómo la música pop hoy tiene un nivel de calidad y libertad creativa que no existía en los tiempos en que las grandes disqueras dominaban el mercado a base de fórmulas para agradar a las masas. La sencillez del segundo álbum que Polachek lanza bajo su propio nombre es testimonio de cómo se construye música que no solo es divertida, sino que tiene el sentimiento de una compositora que vive y siente lo que canta.

7.- Lana del Rey – “Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd”

En los últimos años, Lana del Rey no deja de sorprender. Su noveno disco no es la excepción. Su voz, sus tintes de jazz y soul, su tristeza y su inherente sexualidad se conjuntan aquí en una especie de culto que casi evoca una forma de misticismo religioso, como si su música fuera ya una deidad que conoce sus cualidades y nos seduce con ellas. Tiene colaboraciones increíbles con Father John Misty y Tommy Genesis y en algún punto parece rememorar el sonido de sus primeros discos, haciendo que la nostalgia de siempre traspase las barreras del tiempo e impregne su esencia actual.

6.- Kelela – “Raven”

La portada de este disco me hace pensar mucho en lo que se siente al escucharlo. Estamos sumergidos en un líquido denso que nos quiere ahogar pero al mismo tiempo nos abraza y nos vuelve parte de él. Me cuesta trabajo definir esta música, solo puedo pensar en los sentimientos que evoca. Se trata de melodías muy suaves, como un continuo R&B melancólico, guiado por una voz preciosa que nos hipnotiza y nos arrastra hacia las profundidades de esas aguas inmensas y llenas de un sinfín de pensamientos. Es muy orgánico y cercano a pesar de estar construido en su mayoría con ritmos digitales.

5.- Boygenius – “The Record”

Boygenius reúne lo mejor de varios mundos que, aunque parecen muy similares, tienen cada uno su carácter propio, y cuando los enfrentas se complementan de una forma casi perfecta para crear música hermosa. Por supuesto, estoy hablando de Julien Baker, Lucy Dacus y Phoebe Bridgers, quienes luego de hacer carrera de forma individual decidieron formar este proyecto conjunto que aquí nos presenta su primer álbum de larga duración. Tintes grunge, folk, baladas y mucha honestidad propia de tres talentosísimas cantautoras que no dejan nada a medias. Juntas me gustan mucho más que por separado.

4.- Jessie Ware – “That! Feels Good!”

La revolución sexual que Jessie Ware inició con “What’s Your Pleasure?” en 2020 continúa, con un título que parece responderle a dicha producción. En esta ocasión, sin embargo, lo que podría considerase un renacimiento de la música disco y funk es llevado a otro nivel, con la presencia de pianos e instrumentos de viento-metal que le dan bellísimas texturas a esta fiesta imparable de libertad, aceptación y entrega total a los placeres. El ritmo de este disco es preciso y algo más que una evocación a otras épocas. Tiene su propia personalidad y una presencia fuerte que nos arrastra en su torbellino de hedonismo.

3.- Blur – “The Ballad of Darren”

La leyenda de Blur sobresale por ser algo más que una banda que vive de los éxitos del pasado y que se casa con el sonido que los llevó a la fama. Su noveno álbum de estudio, y el segundo desde su regreso con música inédita, está repleto de una melancolía muy madura, lo que hace que sus melodías se sientan como una extensión del paso del tiempo, de ese britpop que crearon en los 90, pero con la inteligencia que les han otorgado los años. Me recordó a “Everyday Robots” (2014), el disco solista de Damon Albarn, por esa clara introspección que se siente desde los temas más tranquilos hasta los más enérgicos.

2.- CMAT – “Crazymad, For Me”

Ciara Mary-Alice Thompson, mejor conocida como CMAT, es una cantautora irlandesa que se nutre de música con raíces estadounidenses, como el folk y el country. Este segundo disco, que llega a apenas un año del primero, le mete una dosis mucho más intensa de pop que toma mucho de la década de 1980, lo que creo que le viene muy bien. Sus temas evocan a grandes figuras como Dolly Parton o Stevie Nicks, pero con la crudeza honesta de una joven que es tan ingeniosa como observadora. Cuesta trabajo resistirse a la energía y corazón que le pone a sus interpretaciones, dignas de ovación.

1.- Kesha – “Gag Order”

Si hace una década me hubieran dicho que la intérprete de “Tik Tok” iba a lanzar una producción que se volvería mi favorita del año, quizá no lo hubiera creído. Por mucho tiempo nos la quisieron vender con una cierta imagen y hoy sabemos, por las demandas que interpuso contra el productor Dr. Luke, que ella era víctima de este voraz sistema hambriento de estrellas pop sexualizadas. Lo menciono porque es claro que ese drama y las secuelas que tuvo en su psicología son la base del contenido de este su quinto álbum. Es un disco pop inteligente y experimental cargado de una rabia y angustia poco comunes en el género. Además, juega con una gran variedad de melodías, demostrando que Kesha tiene mucho más que ofrecer que éxitos pegajosos.

Y ahora sí, aquí van mis rolas favoritas del año:

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