Cómo hacer bailar a un superhéroe (o unas ideas sobre los únicos tres capítulos que vi de “Abogada Hulka”)

Sucedió hace tiempo. El éxito de Marvel Studios alcanzó tal nivel que fueron capaces de estrenar cualquier cosa con la garantía de tener millones de espectadores. Cualquier cosa. Ya sea una serie animada con aventuras aleatorias de superhéroes en universos alternos, un especial navideño protagonizado por Hawkeye o un episodio con She-Hulk perreando junto a Megan Thee Stallion. Una legión de incontables fanáticos estarían ahí, listos para verlo todo, para sobreanalizar cada detalle, para beberse cada escena como si su vida dependiera de ello.

Con varias de las películas de su llamado Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) en el top 10 de las más taquilleras de todos los tiempos, ya poco o nada les preocupa. Podemos deducir que durante su “Infinity Saga”, la cual comenzó con “Iron Man” (2008) y terminó con “Spider-Man: Far From Home” (2019), tenían al menos un plan más claro, un panorama bien trazado que lograron extender por 23 películas. Los productos actuales forman parte de “The Multiverse Saga” y parece que ya les vale madre todo. Todo es válido y lo único que importa es hacer referencias a personajes del pasado o del futuro. Qué más da, la gente los va a ver de todas formas.

Se relajaron y se nota. Su más reciente serie es un gran ejemplo de ello. “She-Hulk: Attorney at Law” o “Abogada Hulka”, como la llamaron en España (no es broma), no funciona en casi ningún nivel. La vi con esa idea en mente, los tráilers no me atraían en lo más mínimo. Cuando salió “Ms. Marvel” decidí que ya no tenía tiempo ni ganas de ver todo lo que saliera del MCU. El ritmo vertiginoso de sus estrenos me desalentó. Desde “WandaVision” (2021) comenzaron a sacar series como si fueran tortillas, con apenas unos meses de separación entre cada una. Y eso sin contar las películas. Además, todo lo que lanzaron a partir de este punto rayaba en lo regular y lo mediocre. Mi interés por la franquicia se fue apagando.

Una mala comedia

Pero “Abogada Hulka” no solo no me interesaba, sino que los avances que mostraban se veían muy malos y no me refiero nomás al CGI. Parecía una colección de chistes pésimos, sin un solo detalle que indicara la presencia de una buena historia. Tal era la situación que me dije: “esto apunta a que es una basura… ¡tengo que verlo!” En el mejor de los casos sería tan mala que se volvería una burla divertida o extraña, como “Cats” (2019). Pero no. Ni a eso llega, es plana y ridícula en exceso y lo digo con apenas tres episodios que me quitaron todas las ganas de seguir. Aborto misión, no pienso ver nada más.

¿Qué? ¿Que se trata de una comedia? ¡Me queda claro! Pero que sea una comedia no significa que todo sea válido ni que todo funcione. Este género también puede ser malo. ¿Y cómo lo juzgo? Muy sencillo: con la cantidad de risas que me provoca. Ese es el objetivo principal de una comedia, que nos haga reír. No pude esbozar ni una sonrisa con “Abogada Hulka”. Mi gesto debió ser de entre desconcierto y asco. Es triste, porque el MCU ha dado grandes ejemplos de comedia muy inteligente, siendo el más sobresaliente “Thor: Ragnarok” (2017). Lo siento, pero la serie de la prima de Bruce Banner se siente como un producto incompleto, hecho a la carrera, con ideas sueltas y poco trabajadas. Es el resultado de la prisa que traen hoy por estrenar lo que sea, sin un buen plan previo.

En el primer episodio, que transcurre a un ritmo aceleradísimo, vemos a Jennifer Walters (Tatiana Maslany) contagiarse con la sangre de su primo, volverse un monstruo verde cuando se enoja, dominar su condición en cuestión de minutos, perder el tiempo con un entrenamiento innecesario y volver a su trabajo como abogada, dejando bien claro dos cosas: no quiere ser una superheroína y esta es una serie de abogados. La protagonista habla a la cámara y rompe la cuarta pared como Deadpool, pero lo hace de una forma tan azarosa que parece un elemento metido a la fuerza. Se empeña mucho por ser graciosa, pero no lo es. Para hacer reír hay que ser muy listo y no es sencillo hacerlo de forma fluida e inesperada. La comedia es quizá más complicada que el drama.

No quería tirarles mierda a los artistas de CGI que trabajaron en la serie, seguro a marchas forzadas en un ambiente muy estresante y con una paga que no corresponde a su dedicación, pero por más que lo intenté no pude evitar pensar que la Hulka se ve horrible. Se ve falsa, te saca de la ficción, es evidente que no forma parte de la realidad que la rodea, es como el resultado de una tecnología de al menos 10 años atrás. Este es el menor de los problemas, pero lo menciono porque ilustra muy bien lo que vengo diciendo: esta serie está incompleta, no estaba lista ni en su argumento, ni en su tono, ni en sus efectos. Hacían falta más pruebas y muchas correcciones.

Otros bailes

Y ahora tenemos que hablar del episodio tres y el infame baile. Porque habrá más de uno que me tache de misógino en estos tiempos donde un meme, un tuit o un video de TikTok bastan para emitir un juicio y se suelen descontextualizar muchas declaraciones. El usuario de Twitter @ibuprofeno600mg publicó un hilo interesante, donde cuestionó por qué nos ofendíamos del perreo de Hulka y no de otros bailes de personajes de Marvel protagonizados por hombres.

No es fácil hacer bailar a un superhéroe. Uno de los primeros bailes mal logrados en este sentido fue el de Peter Parker (Tobey Maguire) en “Spider-Man 3” (2007), el cual es parte del mencionado hilo. Dicha secuencia se ha vuelto un meme pero fue muy criticada en su momento, al igual que muchos otros aspectos de la película. Los pasos del “Piter” se sienten como un mal chiste, algo que sale de la nada. Se pone a bailar cuando se vuelve “malo” y cambia su peinado. ¿Cuál se suponía que era la intención de eso? No toda la comedia funciona siempre. No hay una justificación para ese baile, como tampoco lo hay para el de Hulka, que no sirve más que para que Megan Thee Stallion promocione su nuevo disco. El MCU no solo tuvo el peor cameo de su historia, sino también su peor escena postcréditos.

Pero entre los bailes mencionados por @ibuprofeno600mg también hay un par muy buenos. Uno es el de Peter Quill (Chris Pratt) en “Guardians of the Galaxy” (2014). Podemos ver que ese no solo va de acuerdo al personaje, fanático de la música de antaño (y no solo porque sí, sino por la conexión con su madre), sino también al tono de la película y sirve a un propósito en la trama, puesto que se pone a actuar como un idiota frente al villano para distraerlo. Otro es el de Baby Groot en la secuela de esa película, el cual sirve como una buena secuencia de créditos y una reintroducción a los personajes, quienes están en medio de una batalla mientras el pequeñín baila. Todo en el nivel de un maestro de la comedia como James Gunn, quien maneja muy bien esa farsa que a “Abogada Hulka” no le sale.

Aunque @ibuprofeno600mg no lo menciona, James Gunn también nos brindó otra gran coreografía para su serie “Peacemaker” (de los superhéroes de DC, la competencia de Marvel, dicho sea de paso), para la que creó quizá la mejor y más memorable secuencia de créditos de este año. De nuevo, dicha serie es otro gran ejemplo de cómo hacer una buena comedia de superhéroes, sin dejar de lado una historia y personajes entrañables.

Ahora bien, de la publicación de Twitter también me gustaría destacar el ridículo baile del Barón Zemo (Daniel Brühl) en “The Falcon and the Winter Soldier” (2021). Es tan malo que es bueno, un instante cómico tan bien logrado que se volvió un meme instantáneo. ¿Por qué? Primero porque vemos a un antihéroe-villano actuando de forma relajada, como nunca lo habíamos visto. ¿Tiene sentido? Claro, porque lo hace para tratar de encajar y pasar desapercibido en un antro. Vemos entonces que hasta en un proyecto más serio se puede meter un buen momento cómico de baile si se sabe cómo.

Si a ellos no les importa, a mí menos

Nada de esto tiene que ver con que sean hombres o mujeres los que bailen. Unos funcionan, otros no. Punto. Pero también es cierto que el MCU ha dejado mucho que desear con sus trabajos protagonizados por mujeres. Lo más destacado ha sido “Captain Marvel” (2019) “Black Widow” (2021) y “WandaVision”, y son trabajos muy mediocres, se encuentran a años luz de “Wonder Woman” (2017), que hasta el momento ha sido la única superheroína con una adaptación chingona en la pantalla.

¿Por qué no parecen atinarle? Pues yo creo que es lo que dije al principio, se han relajado en años recientes, puesto que ya tienen el éxito asegurado. Su “Multiverse Saga” parece una quimera sin propósito. Eso sí, no voy a negar que disfruté de “The Falcon and the Winter Soldier”, “Loki” (2021 – ), “Doctor Strange in the Multiverse of Madness” (2022) e incluso de “Moon Knight” (2022). Pero ya no existe esa emoción por seguir las historia, por continuar dentro de la franquicia y enterarme de todo lo que sucede para poder llegar a una épica conclusión. La novedad está decayendo, ya no siento que existan personajes nuevos y emocionantes. ¿Qué hay ahora? Una abogada verde moviendo el culo.

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