La crítica: “The Suicide Squad”

“The Suicide Squad” es todo lo que uno esperaría de una cinta de superhéroes con clasificación para adultos dirigida por James Gunn. Sangre por todos lados, humor ácido y personajes retorcidos y extraños en situaciones extremas fuera de lo común. Todo esto empaquetado en un buen soundtrack, con un elenco bien aprovechado y muchas sorpresas. La mayor sorpresa que me dio a mí fue que me hizo llorar. Sí, lo confieso: lloré con “The Suicide Squad” y la verdad estoy igual de confundido que usted, pues claramente no me lo esperaba.

¿Y por qué no se llama “Suicide Squad 2”? ¿Qué no había salido ya una película en 2016 con esos personajes? Le explico: la primera cinta que presentó a este equipo de personajes de DC Comics fue un completo desastre, así que decidieron “rehacerla”. Sin embargo, no se trata de un remake, sino que se vende como una “standalone sequel”. ¿Qué quiere decir esto? Pues que los eventos que vemos sí están en el mismo universo y ocurren después de la primera entrega, sin embargo, esta nueva historia funciona de manera individual, cuenta una trama diferente e independiente de todo lo ocurrido antes.

El principal elemento que comparten es a la actriz Margot Robbie como Harley Quinn (en su tercera aparición fílmica como este personaje). También aparecen Jai Courtney como Captain Boomerang y Joel Kinnaman como Rick Flag, quienes también salieron en la de 2016, pero ahora tienen un papel muy secundario. En general, aquí seguimos a un nuevo equipo de la llamada Task Force X, el cual está encabezado por Bloodsport (Idris Elba), quien de mala gana tiene que ir en una misión junto con Peacemaker (John Cena), King Shark (Sylvester Stallone), Ratcatcher 2 (Daniela Melchior) y Polka-Dot Man (David Dastmalchian), villanos convictos que son obligados a obedecer órdenes a riesgo de que les estalle la cabeza si no lo hacen. Ellos viajan a alguna isla con un dictador latino y deben aprender a trabajar juntos para desenmascarar un proyecto secreto.

Comenzaré aplaudiendo al elenco. Desde la voz de Stallone como el adorable tiburón antropomorfo cuyo verdadero nombre es Nanaue, hasta la testosterona de Cena y Elba, pasando por la auténtica profundidad dramática que le dan Melchior y Dastmalchian a sus personajes, este equipo es dinamita pura en la pantalla. Ellos son quizá la mejor parte y aunque el personaje de Harley Quinn ya me cae medio mal, no puedo negar que Robbie ya la hizo suya y tiene un papel bastante decente. Digo, tampoco venimos aquí esperando actuaciones sobresalientes, pero creo que el carisma y la entrega que le imprimen a esta retorcida comedia nos hace que nos encariñemos con casi todos. Por otro lado, no quiero dejar de mencionar la aparición del siempre sensacional Joaquín Cosío.

Los personajes son el corazón de esta historia.

Esta cinta es “Guardians of the Galaxy” (2014) para degenerados, como leí en algún meme. Gunn también dirigió aquella cinta y era la persona ideal para esta nueva misión. Que, por cierto, creo que lo contrataron porque en su momento lo despidieron de la tercera parte de aquella franquicia, que pertenece a la competencia, Marvel Studios. Fue una decisión muy acertada por parte de Warner contratarlo y decir: “denle a este cabrón todo lo que quiera para que haga una buena película”. Su presencia solucionó todos los numerosos problemas de los que sufre el malísimo filme de 2016. Gunn entiende muy bien lo que es crear un equipo de criminales con habilidades especiales, que no se llevan bien entre ellos. A esto agreguémosle que le dieron permiso de meter toda clase de situaciones violentas explícitas y, ¡uf!, es bastante difícil fallar con esta fórmula.

Si usted sabe de lo que le hablo, no saldrá decepcionado del cine (o de HBO Max, dondequiera que vea esta cinta en estos tiempos tan complicados). Otra cosa que también me gustó mucho es que los personajes no solo son villanos, sino que algunos son de los más raros y poco conocidos de los cómics de DC. Pero no solo se trata de una curiosidad simpática, sino que Gunn logra aprovechar su rareza y darles una historia con peso y que importa en la trama. Por muy ridículos y exagerados que parezcan, todos ellos son tratados con un respeto absoluto, todo el tiempo son seres que sienten y piensan. Seres que, además, por ser como son y estar donde están, adquieren muchas más capas de complejidad.

Parece que exagero mucho con los personajes, pero es verdad que son el corazón de la historia. Sin embargo, eso no significa que esté usted aquí viendo un drama lacrimógeno ni nada por el estilo. Esta cinta tiene secuencias de acción muy bien armadas que aprovechan al máximo el elemento violento para entregar diversión pura en la pantalla. No serán las mejores secuencias jamás filmadas, pero para una cinta promedio de superhéroes están en un nivel bastante alto.

La acción también va muy de la mano con un gran cuidado visual, que hacen de este un espectáculo cinematográfico muy completo. Así que aquí tiene usted un humor exacto e inteligente, personajes que no se desperdician, buena acción y mucho “caramelo para los ojos”. Creo que pocas personas saldrán decepcionadas, aunque quizá debo advertir que no es una cinta para todos, por tener un tono muy particular que raya en la sátira. Lo que sí no puedo dejar de mencionar es el hecho de que al final me haya conmovido hasta las lágrimas. Sonará estúpido y tal vez usted diga “¿qué le pasa a este idiota?”, pero así fue. Tal vez andaba muy sensible, no lo sé, solo sé que me lo pasé de lujo viendo esto.

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