Recomendaciones de terror 2019 (lo mejor de la década, que nadie vio)

Como estamos a punto de pasar al 2020, quise hacer algo diferente con mis recomendaciones anuales de terror. Sí, una lista con las mejores películas de los últimos 10 años, pero, ¿qué caso tiene escribir sobre las que ya se ha hablado mucho y que probablemente todos ya vieron? La idea de estas listas es precisamente recomendar aspectos diferentes del terror, opciones medio raras e inusuales, aunque no falte alguno que otro clasiquito. Así que quizá las siguientes no sean “las mejores” que se vieron de 2010 a 2019, en el estricto sentido. En una lista con dichas ambiciones, figuran los grandes nombres, mundialmente reconocidos y mencionaré algunos para quitarlos del camino: “Black Swan” (2010), “The Cabin in the Woods” (2012), “The Conjuring” (2013), “The Babadook” (2014), “It Follows” (2015), “The Witch” (2016), “Train to Busan” (2016), “Get Out” (2017).

Es decir, si hacemos una lista con “lo mejor” del terror de la década, esas no podrían faltar. Pero, primero, no tiene sentido mencionar lo que ya todo mundo sabe y, segundo, algunas de esas cintas ya las recomendé en alguna lista de mi blog, incluso en “lo mejor del cine” de su respectivo año. Así pues, para crear esta nueva lista me puse ciertas reglas: evitar todos los nombres comunes y famosos; no repetir películas que ya haya mencionado previamente en el blog; tratar de elegir variedad de subgéneros y tonalidades, resaltando aquellas que sean particularmente originales; y, por último, escoger una sola por cada año. Así, el resultado es el siguiente, una serie de filmes de los que se habló poco o no lo suficiente. Quién sabe por qué azares del destino y la mercadotecnia no obtuvieron la misma popularidad que las antes mencionadas, pero merecen aplauso y toda la atención, sean o no fans del género. Disfruten y ya saben lo que recomiendo siempre: un buen maratón.

(No están ordenadas por su calidad, sino por el año de su estreno comercial en su país de origen.)  


“I Saw the Devil” (2010)

Si alguna vez existió el subgénero llamado “torture porn”, este fue su momento cúspide. La mejor calidad para una cinta que trata de un hombre torturando a otro, dirigida por el coreano Kim Jee-woon. Recuerda un poco a la “trilogía de la venganza” del también coreano Park Chan-wook y trata sobre un hombre cuya mujer es asesinada y decide cobrar venganza de una forma un tanto inusual. Esta persecución no sólo es emocionante y sangrienta, casi con tintes de acción, sino que tiene secuencias bastante bien logradas y hasta consigue momentos muy conmovedores. Mucho buen cine para tanta sangre.


“Kill List” (2011)

Ben Wheatley es un pequeño genio inglés que hace películas muy raras y divertidas. Este parece ser el drama de dos amigos que se reencuentran y, poco a poco, va descendiendo en una locura violenta que al final alcanza un momento de los más perturbadores que se pueden ver en cualquier pantalla. Entre menos se sepa de la trama, mejor. El ejercicio de tonalidades que maneja es destacado y enseña mucho sobre la gran variedad que puede tener el terror más allá de los clichés. Aunque en opciones tan raras cuesta trabajo detectar el elemento que la coloca en el género, creo que a final se vuelve predominante por encima de los otros tonos.


“Chained” (2012)

Hablemos claro: Jennifer Lynch no tiene el genio de su padre, el señor David, para el cine. Calidad de un cine supremo no encontrarán aquí, pero creo que su cualidad es más bien de ese cine de terror de culto. Con la actuación del siempre genial Vincent D’Onofrio, trata sobre un hombre que secuestra a un niño y lo mantiene encerrado hasta su adolescencia. Como la cinta “Room” (2015) con Brie Larson, pero en versión mucho más enferma. Aunque el potencial dramático queda un poco de lado, está tan bien actuada que una idea tan simple se vuelve muy atractiva, como una pequeña obra de teatro para perturbar.


“Willow Creek” (2013)

Tal vez Pie Grande sea el monstruo menos aterrador del mundo. Suena peor si digo que esta cinta está grabada en primera persona, en el subgénero de “found footage”. Pero así como “The Blair Witch Project” (1999), esta película es fácil una de las mejores que se han hecho en ese concepto. Aunque al principio parece medio comedia y se burla un poco de su historia, un joven va con su novia a hacer un documental sobre Pie Grande, en su clímax maneja una tensión escalofriante. De pronto adquiere una oscuridad fabulosa que toma por sorpresa. Destaca una larga toma fija, donde los protagonistas están casi en silencio, sólo escuchando sonidos. El mejor ejemplo de cómo hacer un buen “found footage”, digno heredero de la famosa bruja.


“Starry Eyes” (2014)

En tiempos del movimiento #MeToo y tras las acusaciones al productor Harvey Weinstein, este filme se vuelve sumamente relevante y un tanto más aterrador. Trata sobre una joven actriz que anhela encontrar el papel que le cambie la vida. Vive en este contexto donde la industria es pura basura superficial, con amistades hipócritas y constante rechazo, teniendo que trabajar en un restaurante para sobrevivir mientras intenta cumplir su sueño. Esa sola idea es terrorífica y así está filmada, con una atmósfera tensa e inquietante. Con reminiscencias de “Black Swan” (2010), es la pesadilla de vivir en Hollywood en su más ruin y violenta expresión.


“The Final Girls” (2015)

Uno de mis subgéneros de terror favoritos es el “slasher”, ya saben Jason, Michel, Chucky, etc. Quizá uno de los más manoseados y repletos de clichés, los directores más geniales han logrado convertir sus defectos en cualidades. Tal es el caso de esta comedia que hace homenaje y al mismo tiempo subvierte la clásica historia de adolescentes en un campamento asolado por un asesino enmascarado. Concretamente, los protagonistas se ven atrapados dentro de una cinta del género, teniendo que ser espectadores y actores a la vez. No sólo es muy divertida y original, sino que el corazón dramático está muy bien colocado y también funciona para darle más peso a todo. Es más que una simple parodia.


“The Eyes of My Mother” (2016)

Si lo que les gusta es la seriedad absoluta y el llamado “cine de arte”, esta cinta en blanco y negro del director Nicolas Pesce es para ustedes. Ok, sí es una pendejada eso del “cine de arte”, pero el estilo cuidadoso y bello con el que esta historia está filmada es innegable. Un poema de los horrores y traumas que forman el carácter de una mujer que vive aislada. Esta cinta no sólo es breve y contundente, con tan sólo poco más de una hora de duración, sino que es un gran ejercicio de hacer buen cine con mínimos elementos. Sabe bien qué mostrar y qué no, para perturbarnos y puedo decir que hasta sacudirnos las entrañas en algunas escenas.


“Thelma” (2017)

¿Cuántas películas no se han hecho sobre los problemas con los padres? Esta es la nueva “Carrie” (1976) y lo digo sin tomar en cuenta la versión de 2013 con Chloë Moretz, porque esa es directamente un remake. “Thelma” guarda ciertas similitudes, una joven estudiante con extraños poderes y unos padres religiosos y conservadores que la tienen reprimida. Es la clásica historia de la madurez en la adolescencia, pero con un giro que más que macabro se vuelve muy interesante y hasta nos deja pensando. Esta no es una cinta barata de una chica que pudo ser parte de los X-Men, es un drama hecho y derecho, con muchas virtudes. Nos enseña que el terror, por muy absurdo, puede atraparnos como cualquier otra historia.


“Mom and Dad” (2018)

Un día, de la nada, todos los padres son presas de una extraña ira que los empuja a querer asesinar a sus hijos. Como una epidemia zombi, este mal se extiende de un momento para otro, salvo que, en vez de matar a diestra y siniestra, los progenitores sólo atacan a su descendencia. Parece el escenario perfecto para diversión gore de la vieja escuela, pero no es tanto así. Aunque tiene tintes de comedia, logra un grado muy agradable de seriedad y hasta auténtica reflexión sobre la paternidad. Los papeles de Nicolas Cage y Selma Blair son deliciosos como unos padres psicópatas que más que asesinos dementes, son seres humanos con los que empatizamos.


“Crawl” (2019)

Sí, bueno, al momento de escribir esto, el 2019 todavía no termina. Y aunque seguro por ahí andan rondando buenas cintas de terror que todavía no veo, me atrevo a asegurar que esta es la elección no-popular del año que debemos destacar. Cuando es serio, el director francés Alexandre Aja no se anda con juegos. Aunque se trata de su segunda película con animales asesinos en el agua, después de “Piranha 3D” (2010), su nueva cinta no tiene nada que ver con el tono cómico. La protagonista se queda atrapada con su padre durante un huracán en Florida y ante la presencia de cocodrilos, buscarán sobrevivir a toda costa. Ya sé, suena a chiste, pero créanme, la cinta está más alejada de “Sharknado” (2013) y más cerca de “Don’t Breathe” (2016).

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