El terror es relativo. Como tal, se convierte en un género cinematográfico que permite casi todo. Casi cualquier trama, por inconcebible o monstruosa, puede funcionar. Y lo puede hacer de diferentes formas, que van desde la comedia absurda hasta el miedo más serio. Hay mucho de donde escoger. Esa es la razón principal por la que comencé a hacer esta lista anual de recomendaciones. Para demostrar que este género es mucho más que fantasmas o brujas o casas embrujadas. No hay límites para las pesadillas que se pueden encontrar en el cine.
Me gusta divertirme con el terror. Me gusta ver desde asesinos hasta alienígenas y entre más extraño sea todo mejor. Creo que es uno de los géneros que todavía tiene la capacidad para sorprenderme. Hace poco leí un artículo que afirmaba, con mucha altanería y poco fundamento, que sólo había unas cuantas películas de terror buenas en todos los tiempos. Porque ya nada da miedo y porque todo es una repetición de algo que ya vimos. Hay que tener una mente muy pequeña para afirmar algo semejante. Quien de verdad puede apreciar el género, debe saber que sus capacidades van más allá de lo que se conoce convencionalmente como “miedo”.
Pero, como ya dije al principio, todo esto es relativo. Así que dejo nuevamente una lista más o menos variada, de donde puede escoger según sea su gusto, para ver lo que más se ajuste a sus terroríficas necesidades. Yo recomendaría un maratón variado. Vean un poco de todo, tengan la disposición para sorprenderse, como niños pequeños, a las altas horas de una noche fría.
“The Children” (2008)
Pues sí, el nombre ya lo dice todo. Y es que a veces no hay monstruo más aterrador que un niño. Porque, ¿quién puede entenderlos de verdad? Su primitiva mente esconde secretos que escapan a nuestra comprensión. Pueden llegar a ser crueles en su inocencia, que todavía desconoce límites “adultos”. Los de aquí quizá sean algunos de los más sádicos y malvados que puedan imaginar. ¿Por qué se comportan de esa manera? Las razones casi salen sobrando ante una obra inteligente y muy bien ejecutada.
“Body Parts” (1991)
Esta cinta se mueve entre la locura y el emocionante thriller. No podía ser de otra manera, al tratar sobre un psicólogo que intenta curar a los peores criminales. ¿Cuál es la esencia de la maldad? ¿Se puede arrancar de raíz? Estas son cuestiones profundas y complicadas, pero tampoco crea que esta película es todo seriedad. Este es un gran ejemplo de cómo en el terror hay permiso para hacer lo que sea, por ridículo que llegue a parecer, sin que necesariamente se vea como una comedia. Aunque el humor involuntario también se disfruta a veces.
“In the Mouth of Madness” (1994)
¿Quiere descender a los abismos de la locura? Esta pequeña joya de John Carpenter es para usted. La cinta raya en el surrealismo, pero se mueve a un ritmo increíble digno del maestro del terror que la dirige. Si quiere ver las cosas más extrañas, no existe mejor manera que adentrarnos en la serie de eventos que le suceden a este protagonista y ver hacia dónde desembocan. Llevar las cosas a tal nivel no es sencillo, quizá haya partes que no funcionen tan bien, pero nadie puede negar lo divertido que resulta este viaje de pesadilla.
“Absentia” (2011)
La ópera prima de Mike Flanagan, uno de los grandes nombres del terror moderno, nos demuestra que el terror está en la esencia de lo humano. Lo más importante aquí son los personajes, sus historias, sus personalidades. Gracias a que los entendemos, las atrocidades que les suceden después adquieren un peso mucho más grande. Es fabuloso ver cómo esta cinta se desarrolla casi como un drama, mientras que los eventos sobrenaturales se nos dan en dosis cada vez mayores. Los sustos de esta cinta son casi todos muy efectivos.
“Bad Moon” (1996)
A veces es bueno sentarse a ver algún monstruo clásico. Llámese vampiros u hombres lobo, que suelen ser quizá las creaturas mitológicas más populares del terror. Esta cinta muestra la clásica trama del atormentado hombre que tiene que encerrarse cuando hay luna llena, pero la lleva a un contexto que se siente fresco y original. Quizá no está a la altura de los grandes clásicos de este subgénero, pero sin duda es una cinta que vale mucho la pena. Sobre todo por el desarrollo del drama, sus personajes y sus bastante buenos efectos prácticos.
“Hellbound: Hellraiser II” (1988)
De pequeño solía pensar que esta era la mejor película de la saga. Ahora no estoy muy seguro, pero me parece que tiene unas escenas sumamente icónicas y unos efectos bastante impactantes para su época. Lo que más me gusta, a diferencia, por ejemplo, de la primera parte, es que siento que no tienen miedo a descender, literalmente, al infierno. La representación del mismo, como un laberinto lleno de pesadillas, me parece de lo más oscura y aterradora. Claro, aquí hay bastante humor involuntario, pero gracias a que la cinta se toma tan en serio, no dudo que existan genuinos sustos. Si no, al menos le aseguro que verá las cosas más extrañas que el infierno esconde.
“The Nightmare” (2015)
Esta no sólo es una excelente cinta de terror, sino un buen documental. Trata de lo siguiente: entrevistas a diferentes personas que cuentan algunas de sus pesadillas más terribles y recurrentes. Luego, los realizadores se dedican a dramatizarlas. Suena simple y hasta tonto, pero créame, estas dramatizaciones y la forma en que las personas las cuentan, las vuelven relatos bastante aterradores. Miedo genuino y efectivo. Como si fuera una cinta de antología, estas pesadillas ajenas se vuelven de pronto las propias. Lo más aterrador: aunque parezca ficción, son bastante reales para el que las cuenta.
“Honeymoon” (2014)
Esta cinta es inteligente. Cuidadosa en todos los aspectos, para mostrarnos una trama sencilla, pero muy efectiva. Si digo de que trata sonará como a algo que no debería funcionar: una pareja es aterrorizada por unos alienígenas en su luna de miel. La idea, en esencia, es esa, pero la forma y el ritmo en que la vemos, es mucho más serio y poderoso. Funciona casi como una obra de teatro, guiada por dos poderosas actuaciones que le dan el matiz correcto a lo que vemos. Porque este es casi un drama, el elemento sobrenatural es sólo el contexto donde se desarrolla.
“A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors” (1987)
Después de la primera parte, habrá quien se atreva a decir que esta es la mejor película de la franquicia. No creo que esa persona esté equivocada, salvo que hay que tomar en cuenta “Wes Craven’s New Nightmare” (1994), pero ese es otro tema. Esta cinta es diversión pura y tiene quizá las muertes más creativas y recordadas que el asesino del guante con cuchillos nos haya entregado. La creatividad no tiene límites cuando se trata de los sueños y de efectos dolorosos y sanguinarios, realizados en una época en la que lo digital no era una opción tan viable en el terror.
“Slither” (2006)
También debería agregar que esta cinta es para quienes les tienen miedo a los bichos, especialmente a los gusanos viscosos que se arrastran. Esta película es divertida, llena de acción, pero con monstruos tan grotescos, que no podemos evitar retorcernos en nuestro asiento. Es como un homenaje a lo que se conoce como “terror corporal” y que se volvió famoso en voz de David Cronenberg, ya que aquí vemos muchos efectos prácticos y maquillaje detallado. La palabra zombi debe estar entre comillas, pues no lo son en el estricto sentido, pero sí tiene ciertos elementos de muertos vivientes. El resultado, créame, está hecho para que no lo olvide jamás.
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